El gran desarrollo del comercio online

La llegada de internet ha significado una revolución total en nuestras vidas y en la forma en que afrontamos nuestras tareas del día a día. No hay sector que en la actualidad no tenga presencia en la red, y cada vez más se está convirtiendo en un ente real, una especie de mundo paralelo virtual donde nuestra presencia es tan válida y capaz como en el que vivimos. Si te paras a pensarlo, puede que de incluso un poco de pavor.

Pero en vez de quedarnos con los factores negativos, centrémonos en los positivos, que realmente son muchos. Por ejemplo, en los últimos tiempos nadie puede negar que internet se ha convertido en la plataforma de venta por excelencia, desbancando poco a poco a las formas tradicionales que requerían un negocio físico y dependientes que ofrecieran sus productos y sus características. Aunque es cierto que en ciertos sectores esto no ha sido tan válido como en otros, lo cierto es que en general las tiendas online realmente han dado la vuelta a todo el sector.

Y es que en internet se puede comprar casi cualquier cosa (si existe, está en internet, jeje). No obstante, algunos sectores han tardado más en arrancar que otros, como puede ser el de la moda; y es razonable en cierto modo, pues las compras de ropa y accesorios tradicionalmente requerían de probar el producto antes de decidirse a comprarlo (probárselo, comprobar los tejidos, ver si nos quedaba bien o no…). Pero viendo que esto podría resultar un problema, los comercios online han decidido ofrecer alternativas a los clientes para poder apreciar el producto antes de decidir si se lo quedan: ofrecer devoluciones gratis, o que puedan tener sus compras y probarlas antes de pagarlas, dando anteriormente un pequeño adelanto o no… Las fórmulas son varias, y parece que están funcionando a tener del gran volumen de ventas textiles que se han dado en el año pasado.

Por ejemplo, pensemos en una tienda premamá. Las mujeres embarazadas compran ropa especializada no solo por necesidad, aunque esa sea la razón principal; también, es una manera de subirse la autoestima, pues es bien sabido que muchas sufren bajadas de ánimo, que incluso pueden acabar en depresión, cuando ven cómo las formas de su cuerpo empiezan a cambiar a causo de su embarazo. Es entonces cuando se ven en la necesidad de adquirir ropa y complementos nuevos; y en esta tesitura, es necesario que cumpla todas las expectativas: que sea bonita, que les siente bien, que sean diseños funcionales y cómodos, y que a poder ser no las deje en bancarrota. Si la oferta cumpla la mayoría de estas expectativas, la moral de la futura mamá sufre un subidón importante, cosa bastante adecuada para una mujer embarazada, cuando su estado de ánimo puede incidir directamente en su salud y la del nonato.

Las hay que han hecho un verdadero arte de esto de comprar moda por internet. Los looks premamá de las famosas que han copado las redes sociales y las páginas web de sociedad han sido como enarbolar un gran paño rojo hacia las mujeres anónimas que esperaban un bebé pero que no se atrevían a salir de sus zonas más convencionales. Fotos como las de Meghan Markle embarazada junto a sus declaraciones asegurando que la mayor parte de su ropa ha sido comprada en tiendas online de marcas comerciales han animado a muchas otras futuras madres a arriesgarse; y por contra, las tiendas de productos premamá han especializado sus prestaciones, creando foros, chats o lugares en redes sociales donde contestar preguntas, dar consejos y conseguir un trato más especializado.